Si quieres tener más energía y llevar una alimentación más saludable tienes que conocer la comida viva.
La comida o alimentación viva es aquella que conserva todos sus nutrientes, tal cual lo ofrece la naturaleza.
Descubre cómo dar energía y salud a tu vida a través de la comida viva en este vídeo:
El audio lo tienes en el programa completo de El Secreter de Radio Agüimes.
Qué es la alimentación o comida viva
La alimentación viva es el alimento vegetal tal cual lo da la naturaleza.
Los vegetales, cuando los sometes a temperaturas superiores a 45º-50º, comienzan a perder sus vitaminas y enzimas.
Esto es lo que ocurre al cocinar los alimentos. Destruyes parte de sus nutrientes.
En otros casos, incluso, con algunos tipos de cocción transformas completamente la naturaleza del alimento, que puede tener consecuencias a medio o largo plazo en nuestra salud. Es el caso de los fritos, microondas o grasas industriales transformadas.
En cambio, si comes los alimentos crudos o tratados sin superar esta temperatura, tomas el alimento con todos sus nutrientes, enzimas y vitaminas, y con su máxima energía vital.
Los alimentos vivos son, por tanto, los vegetales crudos, y también aquellos que han sido procesados con técnicas que no requieren su calentamiento a más de 45º-50º, como los deshidratados, macerados, fermentados, germinados, etc.
Además, si estás haciendo una transición a una alimentación saludable, sería una pena que compres alimentos ecológicos y que por cocinarlos te pierdas parte de su poder nutritivo.
Energía y salud natural en los vegetales vivos
¿Por qué digo que los vegetales frescos son los que tienen energía vital?
Fíjate que cuando cosechas por ejemplo una zanahoria o una manzana, ésta sigue viviendo durante más tiempo.
En el caso concreto de las semillas, conservan todo el potencial de ser una nueva planta. Eso sí que es energía!
Y aún más, si esa semilla la germinas, ésta empieza a desplegar todas sus capacidades como planta y podemos potenciar hasta un 300% la cantidad de nutrientes, enzimas y vitaminas que posee la propia semilla.
Además, la comida viva produce un menor desgaste energético en el organismo, precisamente porque contiene las enzimas y vitaminas necesarias que favorecen su digestión y asimilación.
Los alimentos como carnes o pescados no tienen esta fuerza vital, ya que provienen de un ser vivo que ha perdido su vida, su energía vital.
Y tampoco los alimentos refinados, como el azúcar blanca, harinas refinadas o las grasas industriales transformadas. Al contrario, estos «comestibles» te restan energía, ya que han perdido en mayor o menor medida su estructura biológica vital.
Por otro lado, no sólo entra en tu organismo esta energía vital de los alimentos que ingieres, también la vibración energética con la que se ha preparado el alimento entra a formar parte de ti.
Beneficios que obtienes con los alimentos vivos
A nivel físico, en general, con una alimentación viva obtienes estos beneficios:
- Evitas los efectos tóxicos de la cocción de ciertos alimentos, la pérdida de nutrientes termosensibles, etc.
- Depuras el organismo (alivias la carga tóxica).
- Alcalinizas el medio interno.
- Normalizas el peso.
- Mejoras tu salud intestinal, favoreciendo la flora bacteriana adecuada. Con lo que también mejora tu sistema inmune.
- Aumenta tu nivel de energía.
- Favorece tu salud en general, como consecuencia de todos estos beneficios.
No pienses que la alimentación viva es limitada, al contrario. Hay un gran movimiento alrededor de este tipo de dieta (raw food o raw living en inglés) y cada vez está cobrando más importancia por sus resultados beneficiosos para la salud.
Cómo comer alimentos vivos en tu vida cotidiana
Quizá te pasa que, como a mí, esto de la comida viva te resuena.
Tiene sentido alimentarnos de vegetales con todos los nutrientes y energía como nos lo ofrece la naturaleza ¿verdad?
Pero como cualquier transición, es mejor no hacerla de golpe, sobretodo si tu sistema digestivo está más débil.
Lo que te propongo es incorporar comida viva en tu día a día, y tú decides la proporción entre alimentos vivos y cocinados que te viene bien a ti.
Prioriza las cocciones suaves
Si cocinamos los alimentos a fuego lento o al vapor, estaremos restándole valor biológico al alimento fresco, pero la pérdida será menor que con otras cocciones más agresivas.
Además, cuando el sistema digestivo está debilitado, puede ser una opción más digestiva que el alimento directamente crudo.
Ensalada en las comidas
A la hora de comer, incluye siempre un poco de ensalada.
Esto hará que completes tu menú con vitaminas y enzimas que en tu plato cocinado posiblemente ya no se encuentren, y que son necesarias para la correcta digestión y asimilación de los nutrientes que ingieres.
Toma batidos verdes
Cuando pruebas los batidos verdes y empiezas a incorporarlos a tu vida ya no tendrá marcha atrás.
Te da un aporte de vitalidad, vitaminas y enzimas que lo empezarás a notar enseguida, desde una mayor concentración hasta una piel más limpia.
Empieza batiendo con un poco de agua una fruta y una verdura de hoja verde. Pon más proporción de fruta si no te acostumbras al sabor, y ve incrementando la cantidad de hoja conforme vayas cogiendo el hábito.
Añade semillas a tus comidas
Como dije más arriba, las semillas tienen todo el potencial energético para llegar a ser una planta.
Esparce semillas en tu comida, como pipas de girasol, calabaza, lino o sésamo.
Además te beneficiarás de la proteína, calcio, ácidos grasos esenciales y demás nutrientes que tienen.
Incorpora germinados
Los germinados son las semillas que ponemos en las condiciones adecuadas para que empiece a crecer la planta.
Hoy en día se pueden encontrar en muchas tiendas ecológicas brotes frescos de hortalizas.
Pero también lo puedes hacer en casa. Basta con remojar las semillas unas horas, y luego dejarlas durante unos días en una bolsa de tela transpirable, lavándolas 2 veces al día.
Dependiendo de la semilla, en pocos días tendrás las semillas germinadas, que podrás añadir a tus comidas y dar ese aporte extra de vitalidad a tu plato.
Te dejo estos artículos para saber cómo activar semillas y cómo hacer germinados.
Incluye los potentes fermentados
Los fermentos transforman el alimento dándole aún más vitalidad y haciendo que dure más tiempo. Además nos aportan bacterias saludables para nuestro intestino, favoreciendo la mejor asimilación de los nutrientes.
Ejemplos de alimentos fermentados son la salsa de soja, chucrut, rejuvelac o komucha.
Conclusión
Nadie da lo que no tiene ¿verdad?
Así que, si quieres llenarte de vida, aliméntate de comida viva, la que tiene toda su fuerza vital.
Pero como sabes, esto no es un dogma. Es un conocimiento para que uses según lo que resuene en ti, y en la medida que quieras incorporarlo a tu vida.