Desde hace bastantes años me ilusionaba la idea de encontrar un grupo de personas afines que quisieran montar juntas alguna pequeña aldea (o instalarnos en una ya montada) con casitas, espacios comunes y una vida más comunitaria, saludable y sostenible.
(Los dibujos de La Aldea del Arce marcaron mi subconsciente desde la infancia 🙂 ).
Después de años de búsqueda y varios intentos fallidos, mi marido y yo optamos por mover ficha y establecer nuestro hogar en una aldea ya creada, con casitas y espacios comunes: o sea, mi pueblo de toda la vida.
Ojo, que sigo con la ilusión de tener como vecinas a personas amigas con las que compartir este camino de vida consciente, saludable y sostenible. Acompañarnos en la vida cotidiana, y compartir desde una meditación hasta tuppers de comida o proyectos emprendedores.
La posibilidad sigue abierta 😉
Pero en este artículo te cuento el proceso que hice yo y qué criterios considero fundamentales (y en los que yo me basé) para encontrar una casa sana y sostenible.
¿Qué es más sostenible? ¿Rehabilitar una casa o fabricarla?
Empezamos con la idea de la bioconstrucción: fabricar una casa que respete el entorno, construida con elementos naturales, teniendo en cuenta la orientación, etc.
Estuve buscando solares bien orientados, empresas de bioconstrucción en la isla, e informándome de cómo es todo el proceso, materiales que se usan, etc.
Pero la vida quiso que nos tropezáramos con la casa de mis bisabuelos.
Simplemente estábamos en el lugar y momento oportunos.
Elegimos una casa ya construida
Como comento en el artículo del consumo responsable, lo más sostenible es lo que ya está fabricado.
Esto que es tan evidente en el consumo cotidiano, tardé más en verlo para una casa.
Porque si las construyes puedes hacerla de forma que aproveches al máximo los recursos de sol, lluvia, consumo de agua y energía, etc. Mientras que en una casa ya hecha puede que no consigas que sea 100% óptima.
En cualquier caso, en la construcción de una casa se emplean muuuuchos recursos, así que en principio, será más sostenible habitar una casa ya construida que fabricar una nueva.
Además, las empresas que había encontrado que trabajan aquí la bioconstrucción lo que hacen es traer madera europea para construir casas sostenibles según como se concibe este tipo de arquitectura en esos países.
La paradoja de la sostenibilidad…
Casa sana y con historia
La casa de mis bisabuelos es una casa antigua tradicional canaria, de piedra y madera.
¿Qué puede haber más sano que una casa fabricada con elementos naturales locales como la piedra y la madera?
Nos sentimos bien en lugares hechos con elementos naturales porque su naturaleza es la misma que la nuestra.
La madera que usan las casas de bioconstrucción es evidentemente un material saludable, pero la fabricación tradicional de Canarias es con piedra, madera y barro local.
Son los elementos que da la naturaleza aquí, y por tanto los más adecuados para vivir aquí.
Y más allá, ¿Qué puede tener más sentido que habitar una casa con la historia de tus ancestros?
Siempre he sentido un arraigo muy profundo a mis racíces y la historia, lugar y cultura de mis ancestros.
Mi madre lleva muchos años investigando nuestro árbol genealógico.
Es un mundo apasionante.
Siento que habitar y cuidar esta casa es honrar un legado ancestral que en gran medida ha hecho que yo esté aquí y sea quien soy.
Ideas clave para encontrar una casa que sea sana y sostenible
Además de todo esto que cuento, la casa tiene otras características que coinciden con algunos de los requisitos que buscábamos.
Te los cuento por si te sirven en tu propia búsqueda:
Orientación sur
Una casa orientada al sur recibe luz durante todo el recorrido del sol durante el día, de este a oeste.
En verano, como el sol está más alto, la luz no se mete tanto dentro de la casa, con lo que ayuda a que no se caliente demasiado. Y en invierno al contrario, el sol está más inclinado con lo que la luz (y el calorcito del sol) entran de lleno en la casa.
Es la forma más idónea de mantener buena temperatura dentro de casa todo el año, y así no tener que usar (o usar menos) la calefacción y el aire acondicionado.
Además, aquí los vientos alisios entran por el norte, así que vivir a su resguardo es buena idea.
Espacios al aire libre
Recibir la luz solar durante el día es muy importante para la salud.
No solo nos ayuda a sintetizar la vitamina D, sino que es fundamental para sincronizar nuestro ritmo circadiano interno, que afecta al sistema hormonal que regula muchos procesos de nuestro organismo.
Esta casa no solo tiene un patio (y balcón), sino que además hay que pasar por él para ir a la cocina y al baño.
Esta distribución tan típica de sociedades más antiguas, te pone quieras o no en contacto con el clima de donde vives y el ambiente que te rodea.
Es más sano (ayuda a tener el mecanismo de autorregulación del cuerpo bien engrasado) y te predispone a vivir en el contexto de tu entorno, y no cada uno aislado en sus 4 paredes como vivimos en la sociedad actual.
También es verdad que, aunque esto no es el caribe, la temperatura aquí es relativamente suave todo el año…
En otras regiones más extremas las casas tradicionales pueden tener otra arquitectura más adaptada a esos climas.
Sin contaminación electromagnética
Una casa en un lugar totalmente libre de la contaminación electromagnética hoy en día es casi imposible a menos que te adentres en un espacio natural específico (o apantalles luego la casa, como hacen las personas con electrosensibilidad).
Pero se pueden tomar algunas precauciones para escoger una casa más sana, como evitar estar cerca de torres de alta tensión o antenas de repetición de móviles.
Si el sentido común no te parece suficiente para tomar esta medida, aquí te dejo un recopica de más de 800 estudios científicos sobre la relación entre las ondas electromagnéticas artificiales y la salud.
Buen aislamiento térmico
En este caso esto se consigue en parte gracias al ancho de los muros de piedra, que son de 60-80cm de grosor.
Tuvimos que reforzar el sellado de las ventanas y poner doble cristal con cámara de aire, arreglar y poner las contraventanas que faltaban, etc.
Las puertas y ventanas suelen ser los puntos débiles para mantener el confort térmico en el interior.
Estado de la casa
Hay que tener en cuenta en qué condiciones se encuentra la estructura de la casa, instalación de agua y luz, etc.
Nosotros tuvimos la suerte (lo de estar en el lugar y momento adeacuados) de que la restauración grande de la casa ya estaba hecha.
Hubo que reparar algunas humedades salvables, instalar y reparar baños, acondicionar paredes y techos que llevaban un tiempo sin atender, etc. Pero todo lo que es la estructura principal estaba en perfecto estado.
Fácil acceso a transporte público y servicios básicos
Vivir en un paraje idílico retirado en el campo está genial, pero la mayoría de las veces requiere usar un coche para hacer cualquier gestión.
Para nuestra actividad diaria, el pueblo nos permite una vida tranquila, sana y familiar, y además hay transporte público con una frecuencia decente (eso en esta isla es un bien cotizado xD ).
Y los servicios básicos en el mismo pueblo. Vale que yo prácticamente no piso una farmacia, ni el supermercado ni el banco (estoy convencida de que el que haya una tienda ecológica aquí es cuestión de tiempo 🙂 ), pero da gusto poder ir caminando a tomar algo, al cercado o a ver una obra de teatro.
Y cómo no, ir a casa de mis padres cualquier día dando un paseo, o que venga un primo a saludar ya que pasaba por aquí.
Espacio para cultivar
En nuestro caso, el cercado de mi padre está en el mismo pueblo, a 5 minutos caminando, cosa que me congratula 😀 .
Pero estamos preparando además una zona del patio para poner jardineras y macetas verticales donde plantar algunas hojas verdes y aromáticas.
Espacio para reuniones
Vale, esto no está directamente relacionado con la salud y la sostenibilidad, pero nos parecía importante que nuestra casa tuviera espacio para poder hacer alguna actividad como un taller o charla de grupo reducido.
De momento hemos organizado algunos encuentros, y queremos ir haciendo más.
No es que la casa sea enorme ni nada, pero podemos juntarnos varias personas.
Para escoger una casa sana y sostenible se pueden tener en cuenta mil y un aspectos más.
El concepto de bioconstrucción por un lado, y de casa sana por otro, es un mundo muy amplio, pero para mí estos son los puntos básicos a tener en cuenta.
Luego ya se suma todo lo que hagas a nivel de hábitos, materiales para muebles, decoración, electrodomésticos, etc. Pero todo eso ya viene después y se puede aplicar en cualquier casa.
En fin, que este fue mi proceso y los criterios que yo tuve en cuenta para elegir una casa.
Aunque en el fondo sé que fue la casa la que me eligió a mí.
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