Una vez, dando un curso de alimentación consciente, uno de los alumnos más retadores que he tenido me dijo que yo estaba equivocada.
Al contrario de lo que yo defendía, él decía que el mejor aceite para cocinar era el de girasol, porque eso es lo que a él le habían enseñado en una formación de industrias alimentarias.
Es complicado que una persona acepte una idea que contradice su creencia, pero yo tenía que explicarle mi verdad.
Y así hice.
El mejor es aceite para cocinar es… ninguno.
Tranquila, ahora te digo cuál es el mejor aceite, pero es que esto tenía que decirlo ☺️.
El aceite se oxida en contacto con el aire, luz y temperatura.
Por eso lo ideal es no someterlo a ninguno de estos elementos.
Y por eso siempre es mejor consumir el aceite en crudo.
Dicho esto, hay aceites que por sus características químicas resisten mejor ese proceso de oxidación, y por eso podemos decir que son mejores para cocinar.
Y no, el aceite de girasol no es uno de ellos.
De hecho es uno de los peores.
Te cuento.
La explicación es que los aceites más resistentes son los que tienen menos cantidad de ácidos grasos poliinsaturados.
¿Por qué?
Porque estos ácidos grasos tienen enlaces dobles de carbono, lo que los hace muy inestables y propensos a ser oxidados.
Los ácidos grasos poliinsaturados (los que mayoritariamente tienen los aceites de semillas, como girasol, lino, calabaza, cáñamo, …) son muuuuy beneficiosos para el organismo.
PERO, por esa presencia de enlaces dobles en sus cadenas moleculares, se oxidan fácilmente, por lo que son los peores para cocinar.
En cambio, los aceites con menor cantidad de estas cadenas poliinsaturadas, como el aceite de oliva, o mejor, de coco, son más resistentes a la oxidación, y por tanto, mejores para cocinar.
Ya ves que tiene una explicación muy sencilla.
Es cuestión de química.
No sé si tú también eras de las que creías, como mi alumno, que el mejor aceite para cocinar era el de girasol.
Espero que con esta explicación ahora tengas claro el por qué es justo al contrario.
P.D.: Las grasas son muy necesarias para el organismo, pero las que diseñó la naturaleza.
Si las manipulamos modificando su estructura molecular, se convierten en sustancias oxidativas e incluso tóxicas.
Y así con todo 😊
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