A mano o a máquina: he aquí el eterno dilema de las personas que nos cuestionamos la ecología en nuestra vida cotidiana.
De entrada ya te digo que la respuesta es “depende”.
En mi caso, te avanzo que la decisión que tomé fue comprar un lavavajillas. Eso sí, no un lavavajillas cualquiera, y no lo uso de cualquier forma.
En este artículo te explico los detalles y qué criterios hay que tener en cuenta para valorar qué es lo más conveniente en tu caso.
El lavavajillas es más cómodo ¿Y qué más?
Siempre digo que, para mí, los 2 grandes avances tecnológicos en casa de mis padres fue el cambio de la puerta del garaje a una eléctrica, y la compra del lavavajillas.
Lo de la puerta del garaje es curioso porque ni siquiera yo lo sufrí (cuando me saqué el carnet ya teníamos la puerta automática).
Pero tengo la imagen grabada de mi padre abriendo aquella “poco ergonómica” puerta, ya fuera con frío o lluvia, que había que hacer un cursillo para meterla a viaje, llena de trabillas que había que ir abriendo una a una, y una dentera que daba cuando la tocabas sin querer con la uña. Lo estoy recreando ahora mismo ?
Volviendo al lavavajillas, a nadie se le escapa que es cómodo.
Pero la comodidad no es el primer ni único criterio que usamos para tomar decisiones conscientes, así que me puse a investigar cuál era la mejor opción en mi caso: seguir fregando a mano o comprar un lavavajillas.
Con lo que había leído sobre el tema, tenía ya una intuición de por dónde iba a ir la cosa, pero quise asegurarme haciendo una consulta a opcions (es un servicio añadido que puedes usar en 2 ocasiones cuando te suscribes).
Sintetizo aquí la información que he ido recopilando, junto con mi interpretación y conclusiones. Allá vamos.
Consumo de tiempo
Como dije antes, una de las grandes ventajas del lavavajillas, y por lo que básicamente nos planteamos si comprarlo o no es que es cómodo.
Más que nada, te ahorra tiempo que puedes dedicar a otra cosa.
En las casas en las que he vivido desde que me fui de casa de mis padres, creo recordar que nunca he tenido lavavajillas, y por alguna razón tampoco lo eché de menos.
Pero al poco de estar en la casa en la que vivo ahora, el tiempo que dedicaba a fregar me empezó a pesar.
Lo estaba sintiendo como una pérdida de tiempo que podía estar usando para adelantar alguna comida, hacer otras tareas o simplemente descansar un rato.
Hay personas para las que fregar la vajilla es un momento de meditación y que lo que les supone una carga es otro tipo de tareas. Esto es cuestión de gustos.
Consumo de agua
El consumo de agua es lo primero que pensamos cuando queremos valorar qué actividad es más ecológica: lavar a mano o en el lavavajillas.
El estudio más amplio sobre el tema (y en el que se basan casi todos los artículos que hay en internet para afirmar que el lavavajillas es más ecológico) lo hizo la Universidad de Bonn, en Alemania.
El dato que concluyen con respecto al agua es que un lavavajillas de clase A+++ con la carga completa gasta una media de 15L, frente a los 103L de agua que se gastan lavando a mano.
Esto podrías verlo como el dato definitivo para decidirte por el lavavajillas, pero hay que tomarlo con pinzas, ya que, para empezar, el estudio fue financiado, entre otros, por Electrolux y Bosch, conocidas marcas de electrodomésticos…
Además, la medida que se tomó fue usando vajilla de 12 comensales, cosa que no es lo habitual en el día a día de una casa estándar.
Por otra parte, la comparación se hizo con la media de consumo de agua de un fregado a mano convencional (aclarando la loza con el grifo abierto), y contando conque hubo personas que gastaron hasta 300L!
Se consume mucha menos agua, por ejemplo, fregando con 2 barreños (uno para lavar y otro para enjuagar).
En cualquier caso, los datos tampoco es que estén amañados. Sí es cierto que se produce un ahorro de agua cuando usas el lavavajillas con carga llena. Seguramente la diferencia de litros no es tan exagerada para personas que fregamos a mano con cierto sentido común y valor por el agua, pero en cualquier caso sí es significativa.
Además, ten en cuenta que un lavavajillas de clase A+++ es un 30% más eficiente que uno de clase A, por lo que el tipo de lavavajillas es fundamental para que haya una diferencia real entre el consumo de lavar a mano o a máquina.
Consumo energético
El mayor consumo energético del lavavajillas es el que necesita para calentar el agua.
La diferencia con el lavado manual está sobretodo si fregamos a mano con agua fría.
De todas formas, ya hay lavavajillas en los que se puede elegir la temperatura, incluso lavar con agua fría, como ocurre con la lavadora.
Así que, una vez más, esto depende también del tipo de lavavajillas.
Los lavavajillas de clase A+++ vienen con un modo “eco” que optimiza el consumo energético, hace paradas, gasta menos agua, no la calienta en exceso, …
Cuestión aparte es que tu consumo eléctrico sea de energías renovables, lo que también se puede tener en cuenta. Si no puedes instalar placas en casa, siempre puedes empezar por contratar una compañía energética verde.
Lo que sí consume más un lavavajillas que el hecho de lavar a mano es el consumo de recursos y materias primas en su fabricación, y el manejo de materiales en su desecho, cuando le llegue su hora.
Esto se puede “amortiguar” si todo lo demás se optimiza al máximo, y logramos que dure muchos años, reparándolo cuando sea necesario en lugar de reemplazarlo a la primera de cambio.
También podrías comprarlo de segunda mano… Si encuentras un lavavajillas de clase A+++ y en buen estado. ¡Suerte! ?
Conclusión: lavavajillas vs lavar a mano
Después de analizar todos los puntos, llego a la conclusión de que fregar a mano es más ecológico que usar el lavavajillas si:
- Es poca loza
- Friegas con agua fría
- Usas el método de los 2 barreños
Ahora bien, si, como a mí, el método de los barrenos no te convence (se me hace un poco antihigiénico), prefieres usar agua caliente en algunos lavados, o la cantidad de vajilla es considerable, el lavavajillas (de calidad y bien usado) puede ser más eficiente.
Esto es lo que hago yo
Como te decía al principio, a mí el tiempo dedicado a lavar los platos me estaba suponiendo una carga.
Así que partiendo de esta necesidad personal, y después de investigar bien el tema, me decanté por lo siguiente:
- Comprar un lavavajillas de clase A+++, ya que hace el mismo servicio con el menor consumo energético. Son más caros, pero si hablamos de dinero, a la larga es un ahorro porque consume menos agua y electricidad que los convencionales.
Este es el que yo elegí. Te recomiendo echar un ojo a Espai René, donde seleccionan algunos electrodomésticos más eficientes. - Usar el lavavajillas solo cuando tengo mucha loza que fregar. Aunque solo somos 2 en casa, cada varios días suelo usar bastantes tarros, bols y demás haciendo fermentados y preparados caseros. Así que puedo llenar el lavavajillas un par de veces a la semana. Además nos encanta tener invitados en casa, y cuando somos varios a comer el lavavajillas es una bendición.
- Usar el lavavajillas siempre con la carga llena y en el modo eco. En el caso del lavavajillas que escogí, tiene también un modo de secado eficiente que abre la puerta al terminar para que termine de secar al aire.
- Quitar los restos de comida con una espátula, esponja o servilleta de papel (si todavía las usas en la mesa). Hacerlo con agua del grifo antes de meterlo en el lavavajillas es un doble gasto energético.
- Si lo que tengo por fregar lo puedo hacer en 2 minutos, lo hago a mano. Esta regla de los 2 minutos es una de las básicas de productividad, pero en este caso, además es un tip de ecología.
- Los utensilios de madera, ollas y algunas piezas delicadas las lavo siempre a mano. Cuidar los utensilios para que duren el máximo de tiempo posible es también una medida de eficiencia ecológica.
- Cuando lavo a mano, hago un uso razonable del agua. Cierro el grifo cuando no estoy aclarando (sí, hay gente que deja el grifo abierto todo el rato) y tengo puesto un filtro en la boquilla del fregadero para que la salida de agua sea más eficiente.
- Utilizo productos de limpieza ecológicos, tanto para fregar a mano como en el lavavajillas.
¿Cómo resuelves tú este tema de lavar los platos?
Espero tus ideas en los comentarios.
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