El otro día estaba con un grupo de personas (que compra habitualmente en el supermercado) y salió el tema del precio de los aguacates.
Cuando comenté que donde yo los compro ecológicos no habían subido tanto, enseguida quisieron que les dijera dónde podían comprarlos más baratos.
Pero mi respuesta no era lo que esperaban.
A ver.
La variación de precios de los productos en el comercio actual es principalmente especulativo.
Suben y bajan según intereses financieros, políticos, sociales, … Aunque siempre te den una «buena» razón: es por la guerra de Ucrania, es porque hay poco, es porque se demanda mucho, …
En la agricultura ecológica, cercana y de confianza (no hablo de la sección bio de Carrefour), la persona agricultora mantiene sus precios con poca variación durante el año.
Esto es posible principalmente por 2 motivos:
- Compromiso de las personas agricultoras.
Establecen un precio justo adecuado al trabajo y coste que supone la producción, y se mantiene más o menos estable durante todo el año. Porque aunque en el supermercado el aguacate esté a 14 euros el kilo, el coste de producirlo sigue siendo más o menos el mismo.
En una temporada, el aguacate puede estar más caro que en el supermercado, y en otras (como ahora) más barato. Porque el precio no lo están imponiendo los poderes financieros, sino los propios productores. - Compromiso de las personas consumidoras.
Los agricultores, para sostener económicamente su actividad y la estabilidad en los precios, necesitan el compromiso de las personas consumidoras todo el año.
Eso supone basar tu compra de fruta y verdura en la producción de los agricultores de confianza de tu zona. Si hay poco aguacate comes poco aguacate, y si hay muchas coles comes muchas coles.
Lo que haya.
Porque la naturaleza es así. No es una máquina de producir.
Es un baile constante de muchos factores.
Es verdad que no todos los agricultores y consumidores ecológicos y de confianza tienen este compromiso firme.
Algunas personas agricultoras en esta subida de precios han optado por subir también precios para no verse en desventaja.
Y en los consumidores a veces tampoco se tiene integrado este concepto de «se come lo que hay».
Pero unos y otros tenemos que seguir intentándolo.
Es un compromiso bello.
Y por eso es necesario que las personas consumidoras tomen consciencia de que comprar a agricultores locales solo cuando puedo aprovechar una ventaja de precios es un movimiento especulativo.
No corresponde a nuestra naturaleza humana, sino a dinámicas de poder que por más que hayamos integrado como «normales» no lo son.
Dañan el tejido agrícola y campesino, y las personas que están tratando de poner su energía y trabajo en una mayor soberanía alimentaria, en armonía con la naturaleza.
P.D.: Sin considerarme a la altura de una agricultora, el formato de la membresía permite también un compromiso entre las personas suscritas y yo, que hacen que pueda darse este espacio de encuentro, conocimiento y experiencia para todos. Con un precio bajo pero sostenido en el tiempo. Gracias 🥰
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