A poco que hayas entrado en un herbolario de los de ahora (no los que había antes, que haciendo honor a su nombre estaban llenos de hierbas), verás que hay muchos botes de suplementos, y paquetitos de súper alimentos.
No es que venga hoy a criticar a los herbolarios, al contrario.
Para mí son un oasis para mi alimentación, y hasta me planteo a veces montar uno, pero las cosas como son 🙂
Pues esto de los súper alimentos, por si no los conocías, son alimentos cuya concentración nutricional es más elevada de lo normal.
Por lo general suelen ser muy ricos en fitonutrientes, vitaminas y antioxidantes, lo que contribuye a que tomando poca cantidad tengas un aporte extra de esos nutrientes y sus sinergias.
Suena genial, y en verdad lo es.
Lo que pasa es que este nombre de súper alimento lo acuñó la industria para básicamente vender paquetitos de alimentos exóticos (bayas de goyi, açaí, lúcuma, …) o como si fueran una solución mágica.
Que sí, tienen alta concentración de fitonutrientes y puede ser útil añadirlo a tu dieta o cuando necesitas ese aporte extra. Pero ni son mágicos, ni son los únicos.
Hay alimentos con menos marketing, como el brócoli, el aguacate o las nueces que cumplen con creces la definición de súper alimentos.
El mejor súper alimento de la naturaleza es la leche materna.
Insuperable.
Y el segundo mejor, en mi opinión no solicitada, son los brotes verdes.
Las semillas tienen toda la información y el potencial para convertirse en una planta.
Son un alimento muy potente.
Pero si además lo germinamos, la cantidad de nutrientes se multiplica, incluso se sintetizan nuevos, además de la clorofila si los comemos cuando ya le han salido hojitas.
Pero te resumo por aquí los beneficios principales de los brotes y germinados:
- Aumenta la digestibilidad: se produce una transformación de moléculas más complejas (proteínas, grasas, hidratos de carbono) en otras más simples.
Es una especie de predigestión, lo que los hace más digestivos, además de aumentar su valor biológico. - Disminuyen los antinutrientes: los antinutrientes que contienen las semillas (inhibidores de enzimas, ácido fítico, taninos, etc.) se reducen o incluso se eliminan durante la germinación.
- Aumenta la biodisponibilidad: el incremento enzimático y reducción de antinutrientes favorece la biodisponibilidad de minerales, aminoácidos, lípidos y vitaminas.
- Incremento de nutrientes: se ha observado que en vitaminas como las del grupo B o la cantidad de fibra puede aumentar hasta un 300% en una semilla germinada.
- Alimento vital: aportan la energía vital de todo el potencial en acción para convertirse en planta, en su punto álgido de vitalidad.
¿Coincides ahora conmigo en que los brotes y germinados son un súper alimento? 😍
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