En esta semana se estrenó el reportaje de Trópico Distópico de Televisión Canaria donde participo aportando mi visión de cómo vivir generando menos residuos.
No lo puedo integrar directamente en la web, así que te dejo aquí el enlace para que puedas verlo ? https://www.youtube.com/watch?v=jReBrDcZbHM
Mi intervención es al final, pero te puede interesar verlo completo.
El reportaje se cuestiona el futuro distópico que se plantea en torno a la vida en el planeta.
A través de entrevistas a personas de distintos ámbitos, como la ciencia, el activismo, la agricultura, la política o el estilo de vida, se reflexiona sobre si es posible la resiliencia en esta situación.
Hay opiniones para todo.
Al margen de que pueda estar más o menos de acuerdo, es interesante escuchar a personas hablar sobre un tema, cada una desde su perspectiva.
Sobre mi intervención, a pesar de salir solo unos minutos, estuve grabando más de 4 horas con el equipo de Televisión Canaria. Cosas que pasan en la tele ☺️.
Luego al verlo, me quedo con la sensación de que podía haber dado más información, ejemplos más concretos o palabras más adecuadas.
Pero bueno, para eso tengo esta web, y sobretodo, la lista de correo ?.
La idea que transmito en mi participación es que cada persona podemos contribuir, con nuestros hábitos cotidianos, a no seguir aumentando la cantidad de basura que ya hay en el planeta.
Para ello, lo principal es practicar las 5 R para una vida que genere menos basura.
Porque reciclar es un recurso a utilizar cuando hemos fracasado en las R anteriores: rechazar, reducir, reutilizar, reincorporar.
No todo lo que es reciclable finalmente se recicla.
Ya sea por falta de medios, porque muchas veces sale más barato comprar materia prima nueva, por falta de interés político, …
El hecho es que nada de eso depende de nosotros.
Solo podemos ser responsables de nuestros propios actos, y es ahí donde entra el cambio de hábitos de consumo (como la compra a granel que se ve en el reportaje) que permitan que no generemos residuos que son luego un problema.
Porque no es más sostenible el que más recicla, sino el que menos basura genera.
Quizá te preguntes, como hablé en la newsletter de la semana pasada, por qué tienes que cambiar los hábitos si tú no tienes la culpa de que «todo» se venda en envases de plástico.
Efectivamente, el hecho de que el plástico, un derivado del petróleo, esté omnipresente en casi cualquier bien de consumo, no es culpa tuya.
Ni mía.
El hecho de que haya lugares en el que el camión de la basura meta todo en un mismo sitio y lo lleve mezclado para meterlo directamente en un hoyo (así gestionamos la basura en esta sociedad del «progreso») tampoco.
¿Y qué hacemos? No es culpa nuestra, pero el planeta se está petando de plástico.
La naturaleza tampoco tiene la culpa.
- Podemos quedarnos en ese discurso.
Es una perspectiva que al menos ve un poco más allá y no acepta la crueldad del sistema que por un lado crea el problema y por el otro te echa la culpa para que tú lo resuelvas. - También podemos exigir a los responsables que se hagan cargo: hacer quejas formales, pedir transparencia y normativas ecológicas de verdad en gobiernos e instituciones, conocer la trazabilidad de los residuos en nuestra zona, denunciar públicamente lo que no se está haciendo correctamente, etc.
- Todo esto está bien pero mi opción favorita, y que no es excluyente de las anteriores, es la de no consumir plástico.
O más realista, hacerlo lo menos posible.
¿Por qué, si no es culpa mía?
Porque en esa montaña de basura, habrá una basura menos.
Porque aunque los que tomen las decisiones pasen de cuidar el planeta, yo quiero seguir cuidándolo.
Porque aunque no puedo cambiar lo que hacen los demás, sí soy responsable de lo que hago yo.
¿Tú también crees que aunque no seas culpable todavía puedes elegir?
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