La radiación electromagnética artificial es uno de las grandes contaminaciones de nuestro mundo moderno: wifi, móvil, bluetooth, microondas, …
Las autoridades, empresas tecnológicas y las personas que confían en ellos, defienden que la intensidad de la radiación artificial es tan baja que no es posible que nos afecte.
Pero entonces ¿Cómo es que una cantidad ingente de evidencia científica (ocultada o deliberadamente ignorada) concluye que aun con esas intensidades tan bajas, la radiación artificial es perjudicial?
Pues es que el problema no está (solo) en la intensidad de la radiación, sino en la polarización artificial de las partículas, que por resonancia modifica la polaridad celular natural y el funcionamiento óptimo del organismo.
Así que no importa que sea de baja intensidad (que por otro lado es cada vez mayor porque estamos invadidos), es la perturbación que genera la polaridad artificial de esas partículas de onda.
Te lo cuento todo en el vídeo. Y también las soluciones y formas de evitar y filtrar esa radiación artificial para proteger el sabio funcionamiento electromagnético de nuestra biología.
Dentro vídeo:
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Como ves, son varias las medidas que podemos tomar.
Y aunque los bloqueadores de radiación se popularizaron hacen años, en el vídeo te muestro por qué no usarlos y qué otras herramientas y tecnología sí es la que genera un beneficio realmente efectivo.
Para cualquier duda, lo hablamos en el grupo privado de soporte.