Tenemos un cuerpo bioquímico, sí, pero también bioeléctrico.
Por eso te pueden hacer un electrocardiograma o una resonancia magnética.
Aparte de nuestro propio campo y el de los demás seres biológicos, en este planeta estamos expuestos a un amplio espectro de radiación electromagnética natural, con el que la vida se ha desarrollado desde el inicio de los tiempos.
Pero la radiación electromagnética no ionizante de fuentes artificiales… amiga, eso tiene menos tiempo, y ahora hay tanta literatura científica sobre sus efectos nocivos en la salud (nuestra y demás seres biológicos) que no podemos mirar para otro lado.
No para vivir con miedo, sino para conocer en qué mundo vivimos en este siglo XXI y cómo podemos protegernos y seguir viviendo de la forma más natural y saludable posible:
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En el vídeo anterior tienes la información sintetizada más actual de cómo funciona la bioelectricidad de nuestro cuerpo, qué significa y qué efectos tiene la radiación electromagnética y cuáles son las fuentes principales de radiación artificial que debemos tener en cuenta.