Comer caliente en invierno es uno de las formas de alimentación más comunes en esta época.
Pero las altas temperaturas de cocción rompen la estructura natural del alimento y reducen su vitalidad, perdiendo las cualidades originales perfectas como la naturaleza los creó.
Pero ¿Qué hacemos entonces si en invierno apetece comer un potaje, una sopa o cualquier plato de comida caliente?
Pues hay varias estrategias que podemos usar para comer caliente evitando esta pérdida vital.
Y es lo que te cuento en este vídeo: te explico un montón de estrategias para comer caliente sin reducir drásticamente la vitalidad, enzimas, y naturaleza de los nutrientes de los alimentos, incluyendo varias recetas y patrones que puedes ir personalizando según tus necesidades:
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